El Gobierno decide declarar el Estado de alarma por la huelga salvaje de controladores aéreos. Muchas personas se han quedado en tierra en vísperas del puente más importante del año.
Durante esta madrugada el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba informó de la decisión del Gobierno de decretar el estado de alarma ante esta crisis del espacio aéreo. Ésta es la primera vez que se declara esta situación en la historia de la democracia española.
La consecuencia directa de esta decisión del ejecutivo es que los controladores que prolonguen la huelga puedan ser llevados ante el Juez por la comisión de un delito grave de desobediencia tipificado en el Código Penal Militar.
La realidad es que muchos pasajeros que tenían vuelos programados para pasar sus vacaciones se han visto afectados por este conflicto. Y es que ellos son las principales víctimas y las que han pagado con las consecuencias.
Son las 12 de la mañana y nos encontramos en la terminal 1 del Aeropuerto de barajas donde podemos observar la gran cantidad de pasajeros que han visto anuladas sus vacaciones. Alexandra González Sánchez nos cuenta que “la situación en Barajas es caótica”. Y es que esta pasajera tras largas horas de espera ha visto cancelado su vuelo con destino Eindhoven. Alexandra afirma que “no hay derecho a que seamos nosotros los que tengamos que pagar las consecuencias de todo esto”.
Las colas en los mostradores de información y de reclamación son infinitas. De este modo, confluyen las personas que quieren saber si su vuelo está o no cancelado y las que reclaman el precio u otro billete en otra fecha.
Los mostradores de coches de alquiler están abarrotados. Hablamos con María Rodriguez encargada de atención al cliente. María afirma que “muchas personas están desesperadas y ante la imposibilidad de coger su vuelo, deciden alquilar un coche”. Según María “el tráfico aéreo está paralizado por completo pues hay muchísima gente que se ha quedado atrapada en otras partes de Europa y también opta por el alquiler de coche”. La huelga no sólo afecta a los vuelos de salida sino también a los de entrada, que en su mayoría están siendo derivados a aeropuertos portugueses.
Aun peor es el caso de los miles de personas que están atrapadas en distintos aeropuertos por todas partes del mundo sin poder volver a España.
Tras la declaración del estado de alarma, parece que el tránsito en los aeropuertos poco a poco volverá a la normalidad. Los trabajadores volverán a sus puestos de trabajo y se reanudará el tráfico aéreo progresivamente.
